MUTUALES DE LA SOC SOC


La Sociedad de Socorro


La Sociedad de Socorro es la organización de las mujeres de la Iglesia. Esta organización se encarga del bienestar de los necesitados, los afligidos, los pobres, las vuidas, el huérfano, y cualquier persona que necesita aliento, ánimo, o recuperación física o espiritual. La Sociedad de Socorro se conoce por todo el mundo por su servicio y su ayuda humanitaria. La historia de la Sociedad de Socorro es la más antigua de cualquier organización de mujeres en existencia.
El lema de la Sociedad de Socorro es la escritura que se encuentra en el Libro de Moroni 7:46 y que es igual que en 1 Corintios 13:8, “La caridad nunca deja de ser.”
La Declaración Oficial de la Sociedad de Socorro declara:
“Somos hijas espirituales de Dios amadas por Él, y nuestra vida tiene significado, propósito y dirección. Como hermandad mundial, estamos unidas en nuestra devoción a Jesucristo, que es nuestro Salvador y nuestro Ejemplo. Como mujeres de fe, de virtud, de visión y de caridad que somos:
  • Incrementamos nuestro testimonio de Jesucristo por medio de la oración y del estudio de las Escrituras.
  • Procuramos adquirir fortaleza espiritual al seguir los susurros del Espíritu Santo.
  • Estamos consagradas al fortalecimiento del matrimonio, de la familia y del hogar.
  • Consideramos que es noble ser madre y que es un gozo ser mujer.
  • Nos deleitamos en prestar servicio y en hacer obras buenas.
  • Amamos la vida y el aprendizaje.
  • Defendemos la verdad y la rectitud.
  • Apoyamos el Sacerdocio como la autoridad de Dios sobre la tierra.
  • Nos regocijamos en las bendiciones del templo, comprendemos nuestro destino divino y nos esforzamos por alcanzar la exaltación.”

Los Objetivos de la Sociedad de Socorro

Los siguientes objetivos demuestran el divino propósito de la Sociedad de Socorro, apartándola de cualquier otra asociación.
  • Edificar la fe en el Señor Jesucristo y enseñar las doctrinas del reino.
  • Hacer énfasis en el valor divino de cada hermana.
  • Ejercitar la caridad y dar aliento a los que tienen necesidad.
  • Fortalecer y proteger las familias.
  • Servir y apoyar a cada hermana.
  • Ayudar a las hermanas a ser participantes de la plenitud de las bendiciones del Sacerdocio.